BIZCOCHO DE ZANAHORIA Y LIMÓN
¡Por fin es fin de semana! (si si, ya sé que es domingo pero este post lo escribí el viernes). He tenido muchísimo trabajo esta semana y esto agotada. Para mucha gente el fin de semana significa descanso, pero no para mi (sniff, sniff…). Es justo los fines de semana cuando hago la mayor parte del trabajo que conlleva llevar un blog. Durante la semana me levanto a las 5:45h para ir a trabajar y cuando vuelvo a casa tengo el tiempo justo para limpiar un poco, hacer la cena, hacer algo de ejercicio, estudiar para el máster y, dos veces a la semana (generalmente), darle al botón «publicar» en el blog.
Es en los fines de semana cuando me dedico a experimentar con nuevas recetas, grabar vídeos para youtube, hacer fotos, descargarlas al ordenador, editar las fotos, editar el vídeo, escribir los posts, limpiar la cocina (o mejor, llamémoslo el «campo de batalla») y finalmente, sobre las 21h o las 22h, sentarme en el sofá para un merecido descanso. Yeah, así es mi vida últimamente. Pero, ¿sabéis qué? Cuando le doy al botón publicar y veo el resultado final después de tanto trabajo… es muy gratificante. Sé que estáis ahí amigos (¡gracias google analitics!) y ver las visitas crecer mes a mes (despacio pero de forma constante) hace que todo el trabajo y el esfuerzo haya valido la pena.
La mayoría de gente no se da cuenta del trabajo que conlleva llevar un blog de recetas. Creeme cuando te digo que detrás de cada post hay HORAS de trabajo. Repito todas mis recetas al menos dos veces para asegurarme que salen bien. Incluso llevo la comida al trabajo para que mis compañeros me den su opinión. Después hago las fotos, selecciono las mejores y las edito. Escribir el post puede llevarme desde media hora hasta dos horas (si…a veces Doña Inspiración no tiene ganas de hacer acto de presencia). Después lo traduzo al español. Finalmente empiezo a montar el post en la web en inglés y, por segunda vez, en la web en español (¿en qué narices estaba pensando cuando decidí hacer el blog en dos idiomas?)
En fin…pero luego veo fotos como ésta (babeando en 3,2,1…), y sé que todo ha valido la pena.
El fin de semana pasado me dio por hacer un bizcocho de zanahoria y limón. Mi primer intento fue bastante bueno pero se podía mejorar. Sin embargo, el segundo fue perfecto (y así me lo confirmarón mis compañeros del trabajo). Dulce en su punto, super jugoso y con un delicioso aroma y sabor a limón que me vuelve loca.
Este bizcocho de zanahoria y limón me trae recuerdos de la infancia. Me recuerda muchísimo al bizcocho de almendras y limón que solía hacer mi abuela. Siempre pensé que ese delicioso sabor era debido a las almendras, sin embargo, mi versión no lleva almendras así que supongo que era la ralladura de limón la clave de ese sabor tan especial.
Este bizcocho de zanahoria y limón está rico tal cual pero también es el capricho perfecto para merendar junto con un vaso de leche de almendras. Y si quieres llevarlo a un segundo nivel, prueba a untar un poco de mantequilla de almendras por encima o a combinarlo con una bola de helado vegano. Espectacular chicos. E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R.
BIZCOCHO DE ZANAHORIA Y LIMÓN
Preparar
Cocinar
Total
Cantidad 24x25cm bizcocho
Ingredientes
Ingredientes secos:
- 290 gramos de harina integral
- 1/2 taza de azúcar no refinado (panela)
- 3 cucharaditas de polvo de hornear
- 1 cucharadita llana de bicarbonato
- 1/4 cucharadita de sal
Ingredientes húmedos:
- 2 tazas de zanahoria rallada (al medirla, que esté sueltecita. No apretarla en la taza o será demasiada!)
- Ralladura de 1 limón
- Zumo de 1 limón
- 1 taza y 1/4 de compota de manzana
- 1/4 taza de melaza de caña o de sirope de arroz
Instrucciones
- Precalentar el horno a 180ºC
- En un bol grande, mezcla todos los ingredientes secos
- En otro bol, añadir los ingredientes húmedos y mezclar hasta que estén bien combiandos.
- Mezclar ambos y remover hasta que quede una masa homogénea. No remover excesivamente porque entoncer la masa no subirá al hornearla. (Nota: la masa será bastante espesa, no te preocupes, tiene que ser así! )
- Cubrir el molde con papel de horno.
- Transferir la masa al molde.
- Hornear durante 45 minutos a 180ºC
- Dejar enfriar en el molde durante 20 minutos antes de servir.
Notas
- También necesitarás un molde para horno de aproximadamente 24x15 cm.
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